Podría hablar de dos pintores extremeños marcados por su región y citaría sin dudarlo a Zurbarán y a Godofredo Ortega Muñoz. Las características que encuentro que unen a estos dos pintores aparte de los límites que impone la geografía, son una aparente sencillez unida a un espíritu austero. En una entrevista realizada a Ortega Muñoz habla sobre la influencia que ejercen en su obra pintores de las vanguardias como Van Gohg, Morandi, Eduard Munch Cezanne, Picasso y Juan Gris. Pintores cuya obra pudo conocer gracias a sus numerosos viajes por el extranjero aunque en la misma entrevista reconoce que "como extremeño lleva muy dentro a Zurbarán"1 .
Podemos encontrar paralelismos tanto en sus obras pictóricas como en sus biografías, ambos pintores salieron muy jóvenes de su tierra con la finalidad de completar sus estudios de pintura fuera de su comarca. A pesar de ello tanto sus bodegones como sus paisajes recuerdan las tierras que los vieron nacer. Sus creaciones tienen una gama cromática muy personal, que pudiera calificarse como pintura reposada, hecha con dedicación e ingenio donde queda excluido todo lo anecdótico o superficial en aras de una gran depuración formal.
Otra característica que desgraciadamente une a estos pintores es la desidia, la dejadez con la que la Junta de Extremadura y las autoridades competentes han tratado su legado artístico. Sus obras son conocidas internacionalmente y se cotizan en las subastas pero resulta desconocido a nivel regional, algo de razón tiene el dicho de sabiduría popular que afirma "nadie es profeta en su tierra". Destino ingrato para las obras de un pintor que tuvo sendas exposiciones en espacios como el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la Biblioteca de Cataluña en Barcelona, la Tate Gallery de Londres y representó a España en la Bienal de Venecia.
Sinceramente espero que con la creación de la Fundación Ortega Muñoz logre difundir en mayor medida la obra de este gran creador. Artista del silencio que supo captar como nadie la quietud en sus cuadros ojala las instituciones no callen su pintura y su buen hacer. Su obra, sus escritos, los catálogos en los que participó, sus imágenes y cualquiera de sus fondos pertenecen y deberían interesar a Extremadura, a todos los extremeños y cualquier persona que esté interesada en el arte. Por eso es vital la creación de un museo exponga su obra con criterio, que se inventaríe y catalogue su legado. Las autoridades locales deberían hacer un esfuerzo a fin de que podamos disfrutar su obra en su contexto y en profundidad.
@ crónica de Óscar Marín Repollet
No hay comentarios:
Publicar un comentario